Hay fabricantes tradicionales a los que les ha costado más que a otros, pero lo cierto es que poco a poco se van rindiendo a la pauta marcada por China en cuanto a la tecnología para vehículos eléctricos se refiere. Mazda tiene por delante un proyecto del que ya conocemos dos modelos de vehículos, pero por delante hay una estrategia muy ambiciosa.
Si hace varias semanas se produjo el lanzamiento oficial del Mazda 6e para Europa (Mazda EZ-6 en Asia), no tardaron en presentar hace unos días el Mazda EZ-60. El primero es una berlina 100% eléctrica que ha despertado un gran interés por el atractivo diseño que tiene y que ya se vende en España desde 43.725 euros, y el segundo es un SUV que aún debe recibir una denominación europea. Este último llegará más adelante en versiones eléctrica e híbrida enchufable, y se espera su lanzamiento en nuestros concesionarios para la primera mitad de 2026.
Changan Mazda es la clave

Como sea, hablamos de dos vehículos que nacen de la alianza entre el gigante chino Changan y Mazda, una manera en la que la firma japonesa aprovecha el buen rendimiento en los procesos de fabricación y la cadena de suministro de China.
Las visitas del presidente de Mazda, Masahiro Moro, al país asiático vecino han terminado dando estos primeros frutos, pero no van a ser los únicos, pues la inversión de la marca japonesa es de 1.370 millones de dólares. La intención no es otra que duplicar la producción y alcanzar unas ventas anuales de 300.000 automóviles en 2027.
Y lo más importante, para entonces creen que el 90% de los vehículos comercializados van a ser 100% eléctricos o híbridos, lo que muestra las intenciones a corto plazo del fabricante con sede en Japón, y lo ambicioso que es el proyecto en el que Changan está implicado.
Tanto el Mazda 6e (Mazda EZ-6) como el Mazda EZ-60 se han desarrollado pensando en cumplir con las exigencias de seguridad chinas y europeas, de manera que puedan llegar fácilmente a los mercados globales en los que la firma japonesa está presente.
Tecnología china, con imagen Mazda

Mientras que Mazda ahorra en costes gracias a la delantera de China en los sistemas de propulsión electrificados y los paquetes de baterías, Mazda mantiene los estándares de diseño y las cualidades que han hecho que sea un fabricante capaz de colocarse en un nicho intermedio entre las marcas generalistas y las prémium.
Cualquiera de los dos modelos ya conocidos promete en torno a los 600 kilómetros de autonomía en el mejor de los casos y hablando de las versiones eléctricas puras, mientras que con la variante híbrida enchufable del SUV Mazda EZ-60 se habla de hasta 1.000 kilómetros de uso ininterrumpido, combinando gasolina y batería.
Aunque se desconoce el precio y las prestaciones europeas del SUV, sí que se ha hablado de una tarifa de acceso de unos 30.000 euros, y se ha presentado con una dotación tecnológica de alto nivel, destacando la enorme pantalla central de 26,45 pulgadas del habitáculo.