Las baterías de estado sólido prometen traernos una nueva generación de coches eléctricos. Coches de alto rango y excepcional potencia de carga. Casi todas las empresas de la industria están trabajando a marchas forzadas para ser la primera en presentar al mundo la primera pila viable con electrolito sólido. China parece controlar el desarrollo, pero no son los únicos. Volkswagen a través de su socio QuantumScape, y Mercedes mediante ProLogium, pueden arrebatarles el liderato. Por su parte, General Motors no parece muy convencida acerca de su viabilidad.
La multinacional estadounidense General Motors (GM) ha confirmado que no tiene planes de introducir baterías de estado sólido a corto o medio plazo, según declaraciones de su vicepresidente de baterías, propulsión y sostenibilidad, Kurt Kelty. La declaración se produjo durante su intervención en la feria “Battery Show” en Estados Unidos. Kelty ha explicado que GM está adoptando una “estrategia de baterías diferenciada”, adaptada según el tipo de vehículo, para equilibrar coste, rendimiento y autonomía eficientemente.

Tres baterías diferentes para según qué tipo de coches
A su juicio, el objetivo prioritario es reducir lo antes posible los costes de las baterías, y después mejorar la densidad energética, el rendimiento dinámico y la localización de la cadena de suministro. GM ha detallado que, a corto plazo, empleará tres tipos de tecnologías de celda:
- LFP (Litio-Hierro-Fosfato): reservado para los modelos de entrada de gama.
- LMR (Litio–Ricas en Manganeso): para la mayoría de los vehículos intermedios de GM, como el modelo Chevrolet Blazer o el Cadillac Optiq.
- NMC (Níquel-Manganeso-Cobalto): reservado para sus automóviles de lujo, como el Cadillac Celestiq. Que pronto estará a la venta en Europa.
Kelty señaló explícitamente que, aunque GM trabaja de forma colaborativa con otras empresas en la tecnología de baterías de estado sólido, esta tecnología aún se considera “lejana” de una aplicación comercial generalizada. En cambio, indicó que tecnologías intermedias —como los ánodos enriquecidos en silicio y combinados con grafito— podrían ofrecer mejoras cercanas a las de estado sólido pero con costes y procesos de producción más maduros. Por el momento, las baterías de estado sólido han lanzado muchas y grandes promesas, pero todavía no se ha encontrado solución a algunos de sus problemas básicos como la producción en serie.

El anuncio de GM ofrece una visión clara de la hoja de ruta que seguirá uno de los grandes fabricantes globales de automóviles eléctricos (EV) y plantea algunas reflexiones estratégicas para la industria. En particular, para el mercado europeo, donde las exigencias de autonomía, eficiencia y costes están al alza, la decisión de GM de no apostar por el estado sólido en el corto plazo implica que China podría ser la primera en lanzar al mercado una batería de producción en serie, aunque todo el mundo da por hecho que su expansión no será real hasta finales de la presente década.