BYD no para de crecer en España. Desde su lanzamiento en marzo de 2023 en nuestro país, ya ha comercializado más de 20.000 coches, mientras su cuota de mercado sigue creciendo y su gama continúa en aumento con 11 modelos distintos. Ahora, la marca china acaba de lanzar el Seal 6 DM-i, un híbrido enchufable con hasta 1.505 kilómetros de autonomía en versiones con carrocería sedán y Touring.
De este modo, BYD da un nuevo paso, ya que sí comercializaba un sedán en su porfolio, el Seal, pero no una versión familiar. Ahora, con el Seal 6 DM-i Touring, el fabricante rompe otra barrera con un modelo posicionado como una alternativa SUV, gracias a unas generosas dimensiones, un habitáculo muy espacioso y un maletero de 500 litros, que puede llegar hasta los 1.535 litros si se abaten los asientos traseros.

Así es el nuevo BYD Seal 6 DM-i
El BYD Seal 6 DM-i mide 4,84 metros de largo, 1,87 metros de ancho y 1,49 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,79 metros. Curiosamente, ambas carrocerías (sedán y Touring) miden lo mismo. Su imagen, con líneas limpias y sin estridencias, sigue el lenguaje de diseño otros modelos de la marca. Como elementos a destacar, cuenta con una parrilla delantera que incorpora un sistema activo de entrada de aire que aumenta la eficiencia aerodinámica. Los faros con tecnología LED están inspirados en el cristal, que incorporan tecnología LED y equipa llantas de aleación de 18 pulgadas.
El primer vehículo con carrocería familiar de BYD en Europa cuenta con un espacio de carga amplio y flexible. Ofrece 500 litros de capacidad detrás de los asientos traseros hasta el nivel de la bandeja portaobjetos, y 675 litros si se carga hasta el techo. Y con la segunda fila de asientos abatida divisibles en una proporción de 40:60, la capacidad máxima del maletero es de unos 1.535 litros. El acceso también es fácil gracias al portón trasero eléctrico, de serie en todas las versiones, que puede activarse de forma remota con el mando a distancia.
Como decíamos, este modelo solo se va a comercializar con un sistema de propulsión híbrido enchufable, es decir, no habrá a la venta una versión eléctrica. El motor de combustión es de gasolina, tiene 1,5 litros y trabaja bajo el ciclo Atkinson. Lo complementa un motor eléctrico que se alimenta de una batería de tipo LFP. Hay dos configuraciones: en la especificación Boost, la Blade Battery es de 10,08 kWh y la potencia combinada de 184 CV. Esta es la versión con la mayor autonomía combinada WLTP, con hasta 1.505 kilómetros para el sedán, y 1.350 kilómetros en el Touring.
Los acabados Comfort Lite y Comfort cuentan con una mayor potencia, 212 CV, y una batería más grande: 19 kWh de capacidad. Esta última admite una carga en corriente continua de hasta 26 kW de potencia, que permite pasar el 30% al 80% en 23 minutos. El sedán y el Touring pueden recorrer hasta 105 y 100 kilómetros solo con electricidad, respectivamente, y las autonomías combinadas WLTP son las siguientes: 1.455 kilómetros para el primero y 1.350 kilómetros para el Touring. Todas las versiones, independientemente de la carrocería, pueden acelerar de 0 a 100 km/h en menos de nueve segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada de 180 km/h.

Un aspecto destacable es que pese a tratarse de un híbrido enchufable cuenta con la función V2L (Vehicle to Load), que puede alimentar dispositivos externos, como por ejemplo una parrilla portátil, un compresor de aire, una cafetera o guirnaldas luminosas con una potencia de hasta 3,3 kW.
Nos ponemos al volante de la última novedad de BYD
Antes de comenzar nuestra prueba dinámica con el Seal 6 DM-i Touring, carrocería que probaremos hoy, nos subimos y analizamos su interior. La realidad es que desde un primer momento el PHEV destaca por unos acabados muy buenos, con una gran precisión de ajustes y unos materiales que podemos definir como prémium, ya que agradan tanto al olfato como al tacto cuando pasamos la mano sobre ellos. Ya sea en el salpicadero, las puertas o en cualquier recoveco donde los alcance la mano dentro del habitáculo.

Destaca la pantalla central, que puede ser de 12,8 o 15,6 pulgadas, según el nivel de acabado. Esta se complementa con una instrumentación digital de 8,8 pulgadas, que ofrece la información más esencial del vehículo, como la velocidad, la autonomía restante, el nivel de carga de la batería o el modo de conducción seleccionado, entre otros.
En la mayoría de las versiones hay disponibles una base de carga inalámbrica de 50 W para móviles, además de dos puertos USB tipo C (uno de 18 W y otro de 60 W) en la parte delantera y dos tomas adicionales tipo C de 18 W en la parte trasera. Los asientos delanteros cuentan con ajuste eléctrico, memoria de posición, ventilación y calefacción. Además, todos los asientos cuentan con reposacabezas ajustables en altura y están revestidos de cuero vegano texturizado. Las versiones más equipadas cuentan con un techo solar panorámico practicable de 1,03 metros cuadrados que inunda el interior de luz natural.

Después de revisar el interior, es momento de realizar algo más de 100 kilómetros por los alrededores de Madrid, donde BYD ha realizado la primera prueba dinámica del modelo en España, y a la que ha acudido Híbridos y Eléctricos. Desde un primer momento se percibe una gran rodadura y un buen aplomo. La insonorización es muy buena y es muy fácil habituarse a la conducción. Comienzan a pasar los kilómetros y después de un pequeño recorrido urbano es hora de salir a carretera y movernos en velocidades de entre 100 y 120 km/h. Un tramo donde apreciamos que, efectivamente, la insonorización es muy buena y apenas se percibe un pequeño sonido por la zona de los retrovisores. Cabe destacar que el coeficiente aerodinámico del Seal 6 DM-i es notable, con un Cx de 0,28.
El volante tiene ajuste en altura y profundidad, y el asiento también se puede regular eléctricamente. Un punto de mejora es que el asiento del acompañante solo se puede desplazar a lo largo y no en profundidad, como ya sucede en otros modelos de BYD. La posición de conducción es buena, y pese a la presencia de la batería en el suelo del vehículo, la posición es como la de cualquier carrocería berlina o familiar.

Dentro tenemos la sensación de que conocemos el funcionamiento de todos los mandos. Prácticamente todo se controla a través de su pantalla central, salvo algunos mandos manuales destinados a la climatización, a los modos de conducción o a intercambiar entre modo eléctrico o híbrido. A estas sensaciones positivas hay que sumar el confort de los asientos y la amplitud que encontramos, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Detrás no hay túnel central y hay mucho espacio para que, incluso, tres personas puedan viajar holgadamente.
Si nos centramos en la conducción, hay cuatro modos de conducción: Eco, destinado a maximizar la autonomía; Normal, el modo preseleccionado y que prioriza el confort; Deporte (Sport), para una conducción más deportiva; y Nieve, destinado a esta condición climatológica y que, lógicamente, no pudimos poner a prueba. La dirección se siente ágil y precisa, pero siempre podemos recurrir al modo Sport para un tacto más deportivo, aunque realmente solo encontramos pequeñas diferencias.

Tanto en modo eléctrico como híbrido la salida desde parado es buena y permite cubrir con garantías, por ejemplo, una salida de una rotonda complicada. A velocidades pequeñas, de 10 a 50 km/h, ante cualquier aceleración pronunciada el coche responde bien, pero una vez que nos movemos a velocidades más elevadas, por ejemplo, entre 80 y 120 km/h, no destaca por “dispararse”. Por ello, ante un adelantamiento en una carretera secundaria será necesario anticiparse, ya que si pisamos el pedal del acelerador hasta el fondo el coche tarda en coger velocidad. Y si podemos seleccionar el modo Sport, mejor.
La tecnología híbrida enchufable funciona en dos modos distintos: EV, donde las ruedas son impulsadas únicamente por el motor eléctrico; y HEV, en la que se aplica el mismo principio la mayor parte del tiempo, con el motor de gasolina suministrando carga a la batería y al motor eléctrico a través de un inversor, manteniendo la respuesta de conducción de un vehículo eléctrico. En los momentos en que se exige una potencia adicional, el modo HEV puede cambiar de serie a paralelo, combinando el potencial del motor de gasolina de 1,5 litros y el motor eléctrico.

Hay otros apartados del coche que también sacan una nota muy buena. Sin ir más lejos, la suspensión ofrece un buen equilibrio entre eficacia y comodidad, sin presencia de balanceos de la carrocería en curva o movimientos extraños de la misma. Esta buena nota se repite en los frenos, a los que no se le puede reprochar nada, ya que detienen con precisión al coche y ofrecen un tacto muy agradable. No tienen esponjosidad y desde el primer momento muestran mordiente.
En cuanto al consumo del coche, el BYD Seal 6 DM-i Touring con el acabado Comfort homologa un consumo de 2,6 l/100 km, una autonomía eléctrica de 100 kilómetros y 1.350 kilómetros de autonomía combinada. En nuestra prueba no pudimos sacar conclusiones precisas, pero después de superar los 100 kilómetros aún quedaba un 30% de la batería y en el indicador de la gasolina la autonomía era de 1.203 kilómetros. En una prueba de mayor duración podremos comprobar si realmente alcanza el alcance prometido.

Y en lo que respecta a la seguridad, todas las versiones cuentan con siete airbags (conductor, acompañante, central delantero, dos laterales delanteros y dos de cortina), cinturones de seguridad delanteros con pretensores dobles y ajuste de altura, conectores ISOFIX e i-Size en los asientos traseros exteriores y en el asiento del acompañante, detección de presencia de niños y un sistema de bloqueo automático sensible a la velocidad.
La lista de funciones de asistencia a la conducción incluye sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámaras de visión trasera y de 360 grados, control de crucero adaptativo e inteligente, detección de ángulo muerto, sistema de detección de fatiga del conductor, alerta y frenada de tráfico cruzado trasero, asistencia de salida de carril, avisos de colisión delantera y trasera y aviso de apertura de puertas.

Equipamiento de serie y precios
La gama comienza con la versión Boost, que incluye pintura metalizada, faros LED, llantas de aleación de 17 pulgadas, limpiaparabrisas automáticos, asientos delanteros ajustables eléctricamente, retrovisores laterales ajustables y plegables eléctricamente, instrumentación digital de 8,8 pulgadas, un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 12,8 pulgadas, cuatro puertos USB, sensores de aparcamiento traseros, cámara de visión trasera y función V2L. Las características específicas del Touring incluyen barras de techo de aluminio, portón trasero eléctrico y limpialuneta trasero.
La versión Comfort, la más alta de la gama, aumenta el tamaño de la pantalla del sistema de infoentretenimiento a 15,6 pulgadas. También añade volante calefactado, luces de cortesía en los retrovisores laterales, llantas de aleación de 18 pulgadas, cristales traseros tintados, iluminación ambiental que reacciona al ritmo de la música, retrovisor interior con antideslumbramiento automático, base de carga inalámbrica para smartphones y un sistema de audio más potente con ocho altavoces. La gama cuenta con una edición Comfort Lite que tiene el mismo equipamiento que la versión Comfort, pero con una pantalla táctil más compacta de 12,8 pulgadas.

El Seal 6 DM-i ya está a la venta con un precio que parte desde 37.000 euros para la versión con acabado Boost (30.790 euros con las campañas de la marca y el Plan MOVES III con achatarramiento). Con la carrocería Touring parte desde 38.500 euros (32.290 con las campañas de la marca y el Plan MOVES III con achatarramiento), lo que supone un sobreprecio de 1.500 euros respecto al sedán a igualdad de equipamiento. Además, con la promoción de financiación, que permite descontar 2.800 euros adicionales, el BYD Seal 6 DM-i está disponible desde 27.990 euros y el BYD Seal 6 DM-i Touring desde 29.490 euros.