Tan malos son los excesos como los defectos. En China se estima que hay más de 130 marcas diferentes intentando hacerse un hueco en el extremadamente poblado mercado eléctrico. Marcas extranjeras y nacionales que a su vez se dividen en una, dos o más submarcas. Todas ellas pelean por buscar su hueco y alimentar las ventas, aunque cada vez es más complicado destacar a pesar de los más de 1.100 millones de potenciales clientes que existen. La situación empieza a preocupar a fabricantes y al Gobierno. William Li, CEO de NIO, advierte de la debilidad del mercado eléctrico chino.
Hablar de coches eléctricos es hablar de China y de su tecnología. Todo el mundo dirige su atención al país cuando se refiere a la explosión de la tecnología que promete cambiar nuestra forma de movernos. En el país habitan algunas de las mayores empresas centradas en la materia. Desde los mayores productores de baterías del mundo, a los mayores fabricantes de vehículos del planeta. BYD, XPeng, Xiaomi, NIO, Chery, Geely están dejando de ser nombres extraños para convertirse en claras referencias para los que buscan comprarse su primer coche a pilas.

Los incentivos fiscales reducen su cuantía de forma gradual
NIO es una de las muchas empresas jóvenes nacidas a raíz de la explosión del mercado automovilístico eléctrico. Fundada en 2014 hoy está considerada como una marca de referencia gracias a productos tan interesantes como el NIO ET5 o el más impresionante NIO ET9. Como parte de su estrategia de crecimiento, NIO ha creado dos nuevas compañías secundarias; Onvo y Firefly, que a su vez tratan de crearse un hueco en los competidos mercados nacionales y extranjeros. NIO lleva más de un año presente en Europa y pronto empezará a exportar las primeras unidades del Firefly de precio razonable.
Si bien podríamos considerar la historia de NIO como una historia de éxito, la verdad es que la empresa no está exenta de riesgos. Todos los indicadores apuntan que la industria del coche eléctrico en China sufrirá un importante revés a principios del año que viene. Las marcas están muy presionadas para aumentar sus cifras de ventas y sus beneficios, pero un mercado tan extremadamente competitivo será casi imposible alcanzar las excesivamente optimistas estimaciones. Li cree que el mercado nacional corre peligro mientras que el Gobierno recorta incentivos fiscales de forma gradual.

El problema no es exclusivo de NIO, otras grandes compañías como BYD ya empiezan a mostrar las mismas tendencias. Los de Shenzhen han recortado significativamente sus estimaciones para este curso (un 16% menos) y se espera que haga lo mismo para el año que viene. "Si tenemos la suerte de salvar algunos pedidos para el primer trimestre del próximo año, estaremos en una mejor posición" ha afirmado el propio William Li. La actual política de incentivos fiscales para la compra de vehículos en China se anunció en junio de 2023, y se extendió hasta finales de 2027, con una disminución gradual cada año. En 2024 y 2025, la exención del impuesto a la compra de vehículos de nueva energía (NEV) continúa, pero el recorte impositivo por vehículo está limitado a 30.000 yuanes, menos de 3.600 euros.