La revolución china ya está en marcha. La industria del automóvil del país asiático ha explotado de una forma nunca antes vista. La llegada de nuevos participantes al mercado mundial ha trastocado los planes de un mercado excesivamente conservador. Cada vez más compañías miran sin pudor al extranjero y, aunque algunas de ellas todavía no han presentado un coche, ya piensan en el futuro con un optimismo excepcional. El fundador y presidente de Xiaomi, Lei Jun, imagina que su división de coches se situará entre las cinco empresas más grandes del sector en 20 años. Si eso no es ambición, no sabemos qué lo será.
Durante una entrevista concedida al medio Pandaily, el fundador de ahora una de las mayores empresas tecnológicas del mundo, ha centrado toda la atención en el coche eléctrico y en las infinitas posibilidades que este representa. “El automóvil es un terreno centenario, pero siempre que sea optimista acerca de la industria del automóvil nunca es demasiado tarde”. Jun reconoce que igual llega un poco tarde con respecto a sus más inmediatos rivales. Algunos fabricantes chinos les llevan 6 o 7 años de ventaja, pero Xiaomi no se da por vencida. Su poder reside en la tecnología y en la imagen de marca que tiene a nivel mundial.
A lo largo de estos últimos años Xiaomi ha invertido grandes cantidades de dinero en el campo de la conducción autónoma y en el de la tecnología aplicada a la movilidad. Su equipo ha ido creciendo rápidamente. El objetivo es ganar dinero no solo con la venta de los coches, sino también hacerlo con el software que se esconderá tras ellos. En el futuro los coches podrán integrar más funcionalidades y servicios y es ahí donde Xiaomi quiere hacerse con un hueco dentro del mercado. Por capacidad y respuesta no será. En apenas una década Xiaomi ha pasado de ser un actor residual en el mercado de la telefonía a ser una de las empresas mejor valoradas y más grandes de la industria.
El ritmo de los chinos es imposible de igualar. Trabajan más deprisa que nadie y ahora mismo cuentan con recursos prácticamente ilimitados. Tal es el poder del país que Lei Jun cree que en quince o viente años Xiaomi puede estar entre los cinco grandes fabricantes del sector del automóvil. Aunque parece un plazo de tiempo muy grande, veinte años son muy pocos si tenemos en cuenta el ritmo normal de evolución de la industria. El objetivo es cuanto menos ambicioso, pero ya en el pasado hemos visto como fabricantes que eran desconocidos son protagonistas hoy, el caso más claro es el de Tesla.
Mientras tanto, se ultiman los preparativos para el lanzamiento del primer coche eléctrico de Xiaomi. Hace unas semanas se filtraron unas imágenes que adelantan el diseño y el nombre oficial: MS11. Quedan muchos detalles por conocer sobre él: precio, batería, rendimiento y autonomía son los más importantes, pero también quedan por desvelarse detalles interesantes como la tecnología y el grado de conducción autónoma. La incorporación de radares LiDAR de última generación prometen dar un salto cualitativo muy importante. Pronto se conocerán todos los datos, aunque por el momento no hay una fecha exacta para el lanzamiento.
