El coche eléctrico ya es una realidad en Europa. El Viejo Continente se ha propuesto liderar la transición a la electromovilidad. Si bien la tarea está siendo más difícil y lenta de conseguir, el rumbo continental no cambia a pesar de las grandes desigualdades que se producen entre los países miembros. Desigualdades en cuanto a precios, cuota de mercado e infraestructura de carga. Un estudio europeo elaborado por Switcher demuestra ahora las claras diferencias que hay a la hora de cargar. Entre el país más caro y el más barato hay más de 20 euros de diferencia por una carga completa. Hay varios factores que motivan este desequilibrio.
Switcher ha establecido una lista de 38 países en total y queda claro que según donde vivas hay grandes diferencias a la hora de cargar un coche eléctrico. Las discrepantes tarifas varían en función de ciertos factores. Algunos sociales, otros políticos y otros energéticos. El mix energético y el uso de renovables marcan una gran diferencia. Algunos países de la Unión Europea siguen apostando por la quema de combustibles fósiles. Otros, sin embargo, aumentan la participación de energías renovables, lo que reduce significativamente el coste de la carga. A eso hay que sumar impuestos nacionales, condiciones climáticas y otra serie de decisiones políticas y geoestratégicas que afectan al precio final.

Alemania es el país más caro de la Unión Europea, España en el Top 15
Como ya habrás podido comprobar son muchos los factores que entran en juego a la hora de fijar el precio por cada kWh de energía consumida. El mismo estudio reconoce que un coche eléctrico puede ser hasta un 70% más barato que uno térmico, en lo que a costes de uso y mantenimiento se refiere. Ese porcentaje se reduce notablemente cuanto más alta sea la tarifa energética de un país. Los países europeos más ricos, con mayor adopción de vehículos eléctricos, tienden a ser los más caros en sus precios. Tienen una mayor cuota de mercado en ventas de vehículos eléctricos nuevos y más vehículos eléctricos e híbridos en circulación, aunque hay algunas excepciones, como Chipre.
Alemania se sitúa como el país más caro de todo el continente. Una carga completa cuesta, según el estudio, 25,73 euros. Un total de 7,06 euros por cada 100 kilómetros recorridos. Le siguen Dinamarca (24,56 € por carga completa), e Irlanda (24,14 euros por recarga total). En estos tres casos se reconoce un mismo patrón; la reducción de subsidios públicos. Francia y Finlandia cierran el Top 10 de países más caros de la Unión Europea con un coste por carga completa de 19,09 y 17,81 €, respectivamente. En el lado contrario de la balanza encontramos a Turquía, Georgia y Kosovo. En estos tres países la carga completa cuesta menos de 5 euros, 4,05, 4,59 y 4,87 €, respectivamente. Recorrer 100 kilómetros puede costar apenas 1,11 euros.

¿Y qué pasa con España? Si bien la cuota de mercado del coche eléctrico sigue siendo inferior al 7%, el precio de la carga se sitúa en un término medio. Ocupamos el puesto número 14 entre los países más caros donde llevar a cabo la recarga de un coche eléctrico, entre Austria y Suecia. Según el estudio, en España el coste completo de una carga es de 15,71 euros, de media. Eso quiere decir que el coste medio por cada 100 kilómetros recorridos es de 4,31 euros a un precio medio por kWh de 0,24 euros. Hay que tener en cuenta que el estudio habla de valores medios de mercado. En algunos casos será más barato, en otros más caro. Cargar en casa es significativamente más económico que hacerlo en cualquier punto de carga rápida.