Aunque los coches eléctricos cuentan con muchas menos piezas que uno de combustión, eso no implica que su desarrollo y que sus componentes sean sencillos o baratos. Fabricar coches eléctricos para una marca como Mazda supone un enorme esfuerzo económico. Los de Hiroshima no han tenido buenas experiencias en el pasado. El Mazda MX-30 estaba llamado a revolucionar el campo de la movilidad, pero fue poco menos que un fracaso. Desde entonces, los japoneses han presentado más modelos eléctricos, como el Mazda6e o el próximo Mazda CX-6e, pero en realidad son hechos en China por Changan.
A pesar de que el coche eléctrico ya es una realidad y no una excepción, los fabricantes siguen teniendo problemas a la hora de crear coches económicamente viables. Muchos de los modelos que vemos hoy en el mercado generan pérdidas para las marcas. Números rojos que algunas grandes compañías como Volkswagen pueden asumir. Mazda, en cambio, no puede correr tantos riesgos. Por este motivo los japoneses todavía no han tomado una decisión definitiva sobre el futuro de uno de sus prototipos más especiales y deseados.

Nueva plataforma eléctrica de Mazda para 2027
El Mazda Iconic SP fue presentado durante el Salón del Automóvil de Tokio de 2023. Un concept car realmente bonito que adelantaba las líneas de un nuevo deportivo para la casa. Muchos anticiparon la llegada de un MX-5 eléctrico. Otros el regreso de la mítica saga RX, pero nadie en el seno de Mazda quiso dar detalles concretos al respecto. En 2023 solo supimos que iba a ser 100% eléctrico y que constaba de propulsor de 360 caballos con extensor de rango con motor Wankel de pequeña cilindrada. Es decir, un esquema muy similar, aunque más potente, que el usado para el MX-30.
A lo largo de estos meses, fuentes internas han declarado pública y privadamente el interés real de Mazda por llevar a producción el Iconic SP. El jefe de diseño de Mazda, Masahi Nakayama, llegó a declarar: "no es solo uno de esos coches de exhibición vacíos". Muchos rumores y demasiadas esperanzas se han generado durante estos meses. “Ha sido diseñado con la intención real de convertirlo en un modelo de producción en un futuro no muy lejano”, ha llegado a declarar el propio Nakayama. Sin embargo, con el paso del tiempo no se han concretado planes. Ahora, los rumores son mucho más negativos.

Mazda duda sobre la viabilidad económica del proyecto. Los japoneses están desarrollando su propia plataforma eléctrica que servirá de base para su primer coche eléctrico en 2027. El coste está siendo mucho más alto de lo esperado y por eso en Hiroshima consideran ahora que lanzar un modelo de producción del Iconic SP no supone ninguna prioridad. El director de tecnología, Ryuichi Umeshita, ha sido el encargado de confirmarlo a un conocido medio inglés: "Permítanme responder personalmente: ese es el coche de mis sueños. Quiero hacerlo realidad. Desde el punto de vista tecnológico, creo que es posible. El único problema pendiente es el financiero”.