Si todavía eres de los que piensan que los coches chinos no son seguros, las últimas pruebas realizadas por Euro NCAP demuestran la teoría. El organismo encargado de medir la protección de los coches a la venta en Europa acaba de demostrar que la última generación de productos procedentes del este es capaz de cumplir con los más altos estándares que imperan en el Viejo Continente. El modelo más pequeño y barato de NIO, el Firefly, ejemplifica mejor que ningún otro el gran avance vivido por las marcas y los coches que llegan a nuestras latitudes.
Hace unos años los fabricantes chinos temblaban ante la sola idea de enfrentarse a las pruebas Euro NCAP. Sus coches demostraban estar uno o dos pasos por detrás con respecto a modelos diseñados y fabricados en Europa. Sin embargo, esa época ya quedó atrás hace tiempo. Firefly es la nueva submarca de NIO pensada principalmente para el extranjero, aunque sus cifras de venta en China la han situado como una marca muy interesante. Apenas le han bastado 30 horas para vender 333 unidades de una edición especial y limitada.

Excelentes resultados en protección de pasajeros adultos
En Europa, Firefly quiere situarse como alternativa al cada vez más extenso parque eléctrico de tamaño reducido. Apenas mide 4 metros de largo, lo que quiere decir que entre sus rivales figuran modelos de la talla del recién presentado Volkswagen ID.Polo o del futuro CUPRA Raval, además del pequeño BYD Dolphin Surf. La categoría presenta unidades muy competitivas a las que Firefly quiere batir con su apuesta estética única. Sin precios oficiales para España, aunque sí para Noruega, el Firefly ha anunciado una autonomía de 330 kilómetros con una batería LFP intercambiable de 42,1 kWh.
A pesar de su reducido tamaño, el Firefly ofrece una amplia colección de sistemas y tecnologías con programas avanzados de asistencia. Su estructura y tecnología le convierten ahora en uno de los coches eléctricos más seguros de Europa, tal y como ha podido demostrar Euro NCAP. Sometido a las habituales pruebas de choque, el Firefly ha sacado la máxima puntuación posible, cinco estrellas. Un punto a su favor que la compañía china esgrimirá como otro poderoso argumento de compra.

Los resultados por apartados demuestran el excelente trabajo de los chinos en materia de seguridad. La protección para pasajeros adultos ha sido la más alta con una valoración de 96 puntos sobre 100 posibles. La protección para pasajeros infantiles ha arrojado un resultado de 87 puntos sobre 100 posibles. La vulnerabilidad para peatones ha supuesto la nota más baja de todas con 82 puntos positivos sobre una escala de 100. Por último, los cada vez más importantes asistentes a la conducción obtienen una valoración final de 86 puntos de 100 posibles. Los expertos en seguridad detectan algunos puntos a mejorar como la falta de airbags de rodilla en la parte delantera, el ISOFIX del asiento del copiloto o el capó activo para protección de ciclistas y peatones.