En las últimas semanas un rumor ha ido ganando fuerza. Algunas fuentes informaban que Ford pensaba dividir su gama, creando una familia, una submarca de modelos eléctricos como ya han hecho muchos fabricantes a lo largo y ancho del mundo. Sin embargo, esos planes no se van a ejecutar, tal y como ha comentado el propio CEO de Ford, Jim Farley. Por el momento no hay planes para ello, lo que tampoco quiere decir que se cierren la puerta por completo.
Las presiones para que Ford y otros grandes fabricantes americanos separen su gama de eléctricos han llegado desde diferentes frentes. Wall Street ha sido la primera en alzar la voz al respecto al considerar una jugada estratégica bursátil muy interesante que daría más impulso a la cotización de los fabricantes, logrando así acercarse a la valorización de fabricantes exclusivamente eléctricos como Tesla o Rivian, cuyo peso en los parqués resulta, cuanto menos, increíble.
Pero no, el propio Farley se ha encargado de desmentirlo durante una conferencia: «A pesar de las especulaciones de la prensa, no tenemos planes para escindir nuestro negocio eléctrico. Realmente se trata más de enfoque, capacidades, experiencia y talento. Esas son las claves para Ford y en eso estamos trabajando». Hay que decir que en el último año le han ido muy bien las cosas a la empresa americana, tras haber multiplicado el valor de sus acciones.

No es el objetivo actual para la compañía. Sus eléctricos están cotizados por sus capacidades y características, pero la producción todavía no es lo suficientemente grande como para tener en consideración lanzar una segunda marca con todo el gasto que eso conlleva. Los eléctricos serán una parte fundamental de la estrategia de la compañía, pero por el momento representan un porcentaje muy bajo en las ventas. En el futuro ya se verá, aunque es más que posible que se termine dando la escisión.
Y es que Ford tiene ambiciosos planes para su incipiente familia eléctrica. Una vez más, Jim Farley ha anunciado que el objetivo es superar la barrera de los 600.000 eléctricos producidos en el año 2023. Tres son los modelos que soportarán esas ventas: Ford Mustang Mach-E, Ford E-Transit y Ford F-150 Lightning. En cuanto a la pick-up, se espera que la producción aumente a más de 160.000 unidades al año, necesario si se quiere satisfacer las altas demandas del mercado.
El resto de la producción se repartirá entre el industrial eléctrico, que doblará su producción en líneas instaladas en Estados Unidos y Europa, y el SUV. Ford estima que serán más de 200.000 los Mach-e que salgan de la línea de montaje para finales de 2023. A partir de entonces se sumarán más modelos a la gama, especialmente el primer eléctrico surgido de la alianza con el Grupo Volkswagen y que estará desarrollado sobre la plataforma MEB. De esta unidad se estiman unas 100.000 unidades al año durante los primeros seis años de vida.