Cualquier guerra, como la que mantienen, de facto, Israel e Irán desde hace días, supone una larga serie de consecuencias que afectan a ambos bandos en temas no sólo bélicos, sino también económicos e industriales. Pero la consecuencia de esta guerra para los coches eléctricos en Israel ha sido totalmente inesperada.
En cualquier conflicto – varios medios informan que hoy mismo Israel e Irán habrían alcanzado un alto al fuego-, las principales infraestructuras son siempre de los primeros objetivos en ser atacados. Hablamos ya no sólo de centrales eléctricas o centros de defensa, sino de las principales carreteras, aeropuertos y, también, puertos.

La inesperada consecuencia para los coches eléctricos en la guerra entre Israel e Irán
Y si hablamos de puertos, el más importante de Israel es del de Haifa. Situado en la tercera ciudad más importante del país, tras Jerusalén y Tel Aviv, este puerto registra anualmente más de 22 millones de toneladas en mercancías y se extiende a lo largo de 3 km en la costa cercana a la ciudad.
El medio especializado en operativa de puertos Maritime Executive publicó hace dos días que, según sus informaciones, la Autoridad Marítima y Portuaria de Israel habría ordenado a los importadores de automóviles que se prepararan para evacuar todos los vehículos eléctricos de los puertos israelíes; no sólo del del Haifa, sino también del puerto de Ashdod: el tercer puerto por importancia del país y situado cerca de Tel Aviv.
Tal y como señala el medio israelí Globes, esta inesperada consecuencia del conflicto vendría dada por “la necesidad de limitar los daños” en caso de que Irán atacara con misiles los principales puertos de Israel. Por eso, las autoridades portuarias de Israel también habrían solicitado a los distintos importadores que reubicaran miles de coches eléctricos en depósitos alejados de los puertos del país hebreo.
Pero, ¿cuál es el motivo de esta inesperada consecuencia para los coches eléctricos en esta guerra? Bueno, aunque los incendios en los coches eléctricos son cada vez más escasos -y estos vehículos tienen menor riesgo de incendio que aquellos con motores térmicos-; sí es cierto que, dada la presencia de la batería y de los gases que puede emitir si se calienta en exceso, éstos incendios son más difíciles de apagar.

Es por eso que los fabricantes están desarrollando varios dispositivos para prevenir el incendio de estos vehículos, como ‘tubos de escape’ que regulen la expulsión de gases si la batería de un coche se recalienta.
Y esta es también la causa de que las autoridades israelíes, en esa “necesidad de limitar los daños”, busquen evitar la presencia de múltiples incendios difíciles de apagar en unas infraestructuras tan apetecibles como objetivo como los principales puertos del país hebreo.
Además de esto, no hay que olvidar que un puerto es un blanco fácil para grandes incendios, dada la presencia de infraestructura para repostar navíos, cuando no estén atracados en él buques contenedores de petróleo, gas o elementos químicos inflamables.
La presencia de coches eléctricos en los puertos israelíes es mucho más que anecdótica. No en vano, en los últimos años, el país hebreo ha avanzado mucho en la electrificación.
Así, la venta de estos vehículos creció un 27,9% en 2024, gracias a lo cual en Israel, de cada cinco coches que se matriculan, uno es eléctrico. Algo que se debe al ascenso en ventas de los fabricantes chinos, que los ofrecen a precios muy competitivos.
De este modo, BYD es el fabricante con mayores ventas en el país y cuenta ya con una cuota de mercado de nada menos que el 30,1%. Y Xpeng y Zeekr ya son, respectivamente, los fabricantes con la tercera y la sexta mayor cuota de mercado.