Tanto si te gustan las finanzas como si no, seguro que conoces a Warren Buffett. Este nonagenario de aspecto agradable es uno de los hombres más influyentes del mundo y posee una de las fortunas más grandes del planeta, valorada en unos 170.000 millones de euros. Buffett está considerado, por derecho propio, como el mejor inversor del mundo al predecir el crecimiento de una empresa antes que nadie. Durante muchos años ha tenido a su lado a su gran socio y colega, Charlie Munger, tristemente fallecido a finales del año pasado. Este fue el que en 2008 le dijo a Buffett que invirtiera en una empresa china: BYD.
Aunque BYD ya era conocida por entonces, eran y siguen siendo uno de los mayores fabricantes de baterías del mundo, Munger y Buffett supieron adelantarse al futuro e invirtieron en una empresa que hoy se ha consagrado entre las más grandes de la industria del automóvil de nueva energía. BYD cruza fronteras y atraviesa océanos con sus coches eléctricos, térmicos y enchufables. Su presencia en regiones como Asia, Sudamérica y Europa es cada vez más numerosa, aunque el excesivo optimismo de sus cifras puede suponer un problema para el balance de la compañía.

BYD le resta importancia al retiro de Berkshire Hathaway
Durante su última conferencia de resultados, BYD ha reducido sus estimaciones para este mismo año. Esperaba cerrar el 2025 con un total de 5,5 millones de unidades vendidas en todo el mundo, pero la realidad dice que esa cifra no superará la barrera de los 4,6 millones de vehículos. Los beneficios también se han reducido un 30% y aunque la empresa no corre ningún riesgo, son muchos los que aseguran que BYD y el mercado eléctrico chino están en una situación muy comprometida por la guerra comercial que la propia empresa se ha encargado de alimentar. El Gobierno chino quiere tomar cartas en el asunto ante el riesgo de colapse una de sus principales industrias.
Dentro de todo este panorama, Buffett ha decidido vender la última parte de sus acciones depositadas en BYD. Tras seguir los consejos de su colega, en 2008 Berkshire Hathaway invirtió un total de 230 millones de dólares americanos para adquirir 225 millones de acciones de la empresa a un valor de 8 dólares por título según el mercado de Hong Kong. A lo largo de estos años, las acciones se han revalorizado 20 veces, lo que ha dejado enormes beneficios en las arcas del holding dirigido por el magnate americano. A pesar de los excelentes resultados, en agosto de 2022 Berkshire Hathaway empezó a vender sus primeros títulos.

Por entonces poseía el 20,04% de la empresa. La venta continuó durante los siguientes tres años, hasta que en 2024 Berkshire redujo su participación a menos del 5%, con lo que ya no estaba obligada a revelar su participación en BYD. Hoy, según informa la cadena CNBC, el pasado 31 de marzo Buffett liquidó el último paquete de acciones de la empresa china poniendo fin a 17 años de excelente relación. En ese periodo las acciones de BYD han aumentado un 3890%. Desde la empresa agradecen a Munger y a Buffett la ayuda prestada con su potente inversión inicial. El gerente general de la marca BYD, Li Yunfei, tras conocerse el movimiento de acciones ha restado importancia al asunto: “Invertir en acciones se trata de comprar y vender, lo cual es normal”.