La industria del automóvil está viviendo una gran oportunidad para que los vehículos eléctricos, cada vez más competitivos, logren un despegue definitivo: aunque todavía sean algo más costosos que sus equivalentes de combustión, se está avanzando con fuerza para que esta diferencia desaparezca. Una evolución que podría acelerarse notablemente con la próxima normativa europea, que permitiría la creación de una nueva categoría de vehículos eléctricos ligeros similares a los kei-car japoneses. Para Renault, esta medida es esencial para impulsar de manera decidida la descarbonización del sector.
François Provost, presidente del Grupo Renault, según recoge Autocar, habría comentado recientemente que su deseo es que los legisladores pospongan la integración de nuevas medidas de seguridad durante un periodo que dure entre 10 y 15 años ya que “de ser así podremos dedicar a nuestros ingenieros a mejorar los vehículos actuales y reducir costes, lo que se traducirá en un precio más bajo para el cliente. No pido que se eliminen las regulaciones. No, solo pido que haya 10 o 15 años sin nuevas regulaciones. Porque hoy en día, lo que Europa tiene previsto son 107 nuevas regulaciones sobre la automoción para 2030”.

Un problema de la normativa actual
La marca francesa acaba de completar su trío de eléctricos asequibles con el nuevo Renault Twingo, recientemente presentado y que anuncia un precio de partida inferior a 20.000 euros. Pero cree que, si se diera el nuevo marco legislativo, sería capaz de ajustar todavía más la cifra. La razón es que, debido a todos los cambios anuales a los que obliga la Unión Europea, “tenemos que aplicar la normativa cada año, mis ingenieros tendrán que cambiar el trabajo [que hicieron el año anterior] para aplicar la nueva normativa”.
Establecer una nueva categoría ayudaría a controlar los gastos, pero Provost considera que el marco legal debería usarse para “bajar el precio” de los coches, no tener que crear nuevos modelos específicos para él. Por eso, piensa que debería centrarse en las características que tienen los modelos de los segmentos A y B, que son el núcleo de la movilidad urbana en Europa.
Todavía no se han dado a conocer los requisitos que tendrán que cumplir los modelos de esta nueva categoría, pero desde Renault consideran que tendrían que ser coches que midan menos de 4,1 metros de largo, tengan componentes fabricados localmente y que produzcan menos de 15 toneladas de CO2 a lo largo de su vida útil. Con este criterio, los Renault 5, Renault 4 y Renault Twingo entrarían dentro.

El nuevo segmento debe ser solo de eléctricos
Hay quien considera que la nueva categoría de vehículos debería incluir también los coches con motores de combustión, pero Provost está en desacuerdo: “Debe ser eléctrico. ¿Por qué? Porque la descarbonización es una prioridad para Europa y Renault nunca dará marcha atrás. Los coches eléctricos son buenos para los clientes. Quienes decidan pasarse a un vehículo eléctrico no se arrepentirán. Los vehículos eléctricos son una buena opción”.
“Hoy en día, tenemos regulaciones de descarbonización, y debido a esto [la necesidad de los fabricantes de automóviles de vender más vehículos eléctricos], los precios son demasiado altos para los clientes. La gente no puede comprar coches porque sus ingresos familiares no son suficientes. Así que la gente no está contenta. Por lo tanto, tenemos un envejecimiento del parque automovilístico, con una edad media de 12,5 años. Como consecuencia, no hay descarbonización, no hay mayor seguridad en los coches, porque la gente no puede comprar coches [nuevos]. Y como consecuencia de todo esto, se destruye la industria automovilística”, explica sobre el estado general de la industria y como la nueva categoría podría ayudar en el proceso.
Su conclusión es sencilla: “Por eso cambias tu estrategia y partes de la pregunta: ¿cuál es el precio que necesitamos alcanzar para que los europeos vuelvan a comprar coches nuevos otra vez?”.
