Toyota ha batido todos los récords históricos en cuanto a fabricación y venta de coches, especialmente sus afamados híbridos autorrecargables. No obstante, después de ser la primera en casi todos los aspectos de su negocio, su cúpula afirma que es hora de tomarse un respiro y dejar de forzar la maquinaria para así seguir superando sus propias cifras año tras año. En otras palabras, consideran que Toyota debe limitarse a mantener sus cifras operativas en positivo y no subir escalones, como ha venido haciendo en los últimos ejercicios.
Como puntualizan sus directivos, Toyota pasará del “modo velocidad al modo maratón”. De esta manera, según apuntan desde Automotive News Europe, la marca reexaminará su cadencia de producción y establecerá una nueva “velocidad de crucero” de cara al próximo año fiscal.

La nueva estrategia productiva de Toyota
Esta nueva estrategia se anuncia apenas unas semanas después de que Toyota informase de nuevos récords de producción y venta en 2023. De forma paralela, durante dicho año, también aumentó la presión sobre sus diferentes fábricas para poder satisfacer la demanda estancada de vehículos híbridos. Según apuntan, la demanda ha superado con creces a la propia capacidad productiva de la marca y han intentado paliarlo con una aceleración en sus fábricas.
Pero, tal y como afirma Yoichi Miyazaki, vicepresidente ejecutivo y director financiero de Toyota, “estar al rojo vivo durante mucho tiempo tiene grandes riesgos”. Durante los últimos meses, los empleados han estado sobrecargados de trabajo, al igual que los proveedores y empresas afiliadas que han notificado problemas con los tiempos de producción, ya que puede comprometer la propia calidad del producto. “Miramos hacia atrás y vemos un año como si fuésemos corredores de velocidad. Necesitamos iniciativas que nos permitan correr un maratón”, aseguró.

De cara al presente 2024, pues, la marca evaluará y ajustará los niveles productivos. “En cuanto al ritmo, revaluaremos y revisaremos cuál es nuestra velocidad de crucero idónea”, afirmó Miyazaki. Para ello, Toyota examinará la carga y la presión laboral de cada una de las divisiones de la compañía japonesa y la reducirá en la medida de lo posible para dar “aire fresco” a sus trabajadores.
A grandes rasgos, el objetivo de los japoneses es “reducir el ritmo de trabajo hasta un nivel sostenible”. Concretamente, en 2023, el Grupo Toyota firmó un total de 11,51 millones de coches producidos, lo que supuso un 8,6% más que el ejercicio anterior de 2022.

Sin embargo, pese a este replanteamiento para bajar la presión sobre las diferentes divisiones de la compañía, en el Grupo Toyota seguirán pendientes de generar ganancias operativas suficientes en el próximo ejercicio. Como referencia, para su año fiscal que termina el 31 de marzo de 2024, esperan haber cosechado una ganancia operativa de 34.700 millones de dólares.
Esto, por ahora, no ha sido más que la presentación de una idea por parte de la cúpula de la marca. Sus detalles y efectos concretos serán anunciados más adelante, cuando se aproxime el mencionado final de su año fiscal.