Hoy en día no hay coches autónomos circulando por nuestras carreteras. Ni los hay en 2025 ni los había en 2019. El mundo todavía no ha creado la tecnología necesaria para que los coches puedan moverse sin la supervisión de un ser humano. Sin embargo, Tesla y Elon Musk llevan años vendiendo como conducción autónoma un paquete de asistentes a la conducción de nivel 2. Ahora, un jurado de Florida ha emitido un veredicto que puede poner contra las cuerdas la tecnología de Austin. Tesla ha sido condenada a pagar 243.000.000 dólares por un accidente de 2019 en el que falleció una persona.
Los hechos tuvieron lugar el 25 de abril de dicho año. En el fatídico incidente estuvo implicado un Model S que circulando con el Autopilot conectado chocó contra dos vehículos causando la muerte de una mujer y graves lesiones a otro conductor. Ambas familias acusaron a Tesla de ser responsable del accidente. Se trata del primer juicio por negligencia en el que está implicada la muerte de un tercero a causa del polémico asistente a la conducción de la compañía. Los demandantes habían solicitado una indemnización de 345 millones de dólares. El problema no es sólo el dinero que ahora Tesla tiene que pagar.

Peligroso precedente contra la tecnología más prometedora de Tesla
El jurado ha emitido un veredicto de culpabilidad para Tesla y el juez ha dictaminado un pago de 129 millones de dólares en materia de compensación, de los cuales Tesla es responsable del 33%, más otros 200 millones de dólares en daños punitivos. Una factura total de 243 millones de dólares que Tesla planea recurrir aunque todavía no lo ha hecho. La compañía de Elon Musk está pensando qué pasos seguir ya que se abre un peligroso precedente que tiene al sistema Autopilot en el ojo del huracán, una vez más.
A lo largo de los años Tesla se ha enfrentado a muchas demandas similares, aunque siempre ha salido indemne, hasta ahora. Expertos aseguran que la resolución del juicio puede animar a otros litigantes a presentar demandas por daño y perjuicio. Cabe recordar que justo en este momento Tesla y Elon Musk están intentando vender su tecnología de conducción autónoma con los ya famosos Robotaxis. Las primeras unidades llevan meses operando por las calles de Austin, Texas, mientras que otras ciudades ya se preparan para el lanzamiento.

Si bien la responsabilidad del accidente también se achaca al conductor, por conducción indebida y negligente, el jurado ha determinado que Tesla también tuvo la culpa por vender su paquete de ayudas a la conducción como un sistema de conducción autónomo en el que el conductor no debe prestar atención a la conducción. Son muchos los vídeos que vemos habitualmente de conductores cometiendo infracciones peligrosas mientras que el sistema está activo.