China nos ha acostumbrado a un ritmo frenético de presentaciones y lanzamientos. Cuesta mucho seguirle el ritmo a un mercado con 130 marcas diferentes. Sin embargo, cuando hablamos de Xiaomi el tiempo parece detenerse. La compañía tecnológica ha revolucionado el mercado del coche eléctrico con sus primeros productos. Primero con la berlina SU7 y más recientemente con su primer SUV. El Xiaomi YU7 ya puede decir que es un éxito, pero también un problema. La lista de espera es cada vez mayor, la fábrica no da a basto y algunos clientes tendrán que esperar mucho tiempo para recibir sus coches. Otros, en cambio, ya lo tienen. Las entregas ya han comenzado.
Tesla y Elon Musk fueron los primeros en mostrar al mundo las primeras entregas de un coche eléctrico. Hasta la llegada de Elon Musk, el inicio de las matriculaciones era un paso más. Un frío y oculto paso que no era motivo alguno de escenificación pública. Eso ya es historia. Hoy, los nuevos fabricantes muestran a todo el mundo cómo entregan sus primeros coches para así generar más expectativas. Todo el mundo parece querer participar en esos eventos que poco a poco se van contagiando por todo el planeta. Xiaomi ha creado un evento particular que ha contado con la presencia de Lei Jun, CEO y fundador de la empresa.

Primeras entregas simultáneas en 58 ciudades de toda China
El YU7 fue presentado inicialmente a principios de año, pero no ha sido hasta hace unas semanas cuando se ha abierto el libro de pedidos. Inmediatamente, tras meses de noticias, expectaciones y mucho interés, Xiaomi ha recibido una lluvia de pedidos en su página web. Puede que estemos ante el mayor éxito del mundo. Apenas 3 minutos han servido para vender más de 200.000 unidades. 72 horas después de su lanzamiento el primer SUV de Xiaomi ya había vendido toda la producción del primer año de vida. Se estima que la lista de espera ya supera los 320.000 clientes, sólo en China, que es el único país del mundo en el que ahora mismo se vende.
Este es el problema soñado por todo fabricante de automóviles, sin embargo, es un quebradero de cabeza. Xiaomi, por ahora, sólo opera una fábrica que tiene que dividir sus esfuerzos entre el SU7 y el YU7. A finales de año entrará en servicio la segunda de sus fábricas, la primera en propiedad. A pesar de ello, no será suficiente para colmar la demanda nacional y la internacional. En 2027 quiere expandirse a otros mercados, empezando por Europa. La compañía ya ha dado los primeros pasos para construir una nueva fábrica, la tercera. Se ubicará a las afueras de Pekín, aunque no estará completada y operativa hasta dentro de más de un año.

La lista de espera supera los 14 meses, tiempo que para la inmediatez de China parece exagerado. Si bien el evento al que ha acudido la prensa y el CEO de la compañía ha escenificado las primeras entregas de llaves, Xiaomi ha reconocido que 58 ciudades del país también han entregado los primeros YU7. No se ha especificado el número de primeras matriculaciones. Según fuentes chinas, la lista de espera ha crecido a lo largo de los últimos días. Los clientes de la versión estándar del YU7 se enfrentan a una espera entre 59 y 62 semanas. En ningún caso, en ninguna versión, la espera baja de las 51 semanas. Normal que los rivales estén dispuestos a abonar el coste de la reserva a todos aquellos conductores que no tengan tanta paciencia.