Tesla registró en octubre su peor resultado de ventas en China en varios años, con una caída interanual del 36%, según datos oficiales del mercado. La compañía fundada por Elon Musk vendió algo más de 26.000 vehículos eléctricos, frente a los más de 40.000 entregados en el mismo mes de 2024.
China, el mayor y más competitivo mercado de automóviles eléctricos del mundo, se ha convertido en terreno difícil para Tesla, que lleva meses encadenando retrocesos en sus cifras de ventas. El mes de octubre, tradicionalmente sólido por el impulso de promociones de final de trimestre, ha sido el peor del año incluso comparado con los momentos de transición industrial, como la reciente renovación del Tesla Model Y fabricado en la planta de Shanghái.
Ventas en retroceso y un año para olvidar

Los datos consolidados del mercado chino muestran que Tesla acumula más de 40.000 unidades menos vendidas en lo que va de año respecto a 2024. Para evitar su primer descenso anual de ventas en China, la compañía tendría que lograr dos meses consecutivos de récord en noviembre y diciembre, algo que los analistas ven improbable.
Las cifras de ventas mayoristas, que incluyen tanto los coches vendidos localmente como los exportados desde China, también reflejan una tendencia negativa: un descenso del 10% interanual, lo que apunta a un segundo año consecutivo de retroceso global en la producción del gigante de Musk dentro del país asiático.
Un mercado en auge, pero sin Tesla
La paradoja es evidente: las ventas totales de vehículos eléctricos en China siguen creciendo, pero Tesla no logra capitalizar ese crecimiento. En un entorno dominado por la innovación y la agresividad comercial de marcas locales como BYD, NIO, Li Auto o Xpeng, la firma estadounidense parece haber alcanzado un techo de saturación.

Las esperanzas estaban puestas en la llegada de la nueva versión del Tesla Model YL y en las actualizaciones del Tesla Model 3, pero el impacto comercial ha sido limitado. Incluso los recortes de precios y los intentos de ampliar la gama con versiones más asequibles no han logrado revertir la tendencia.
Competencia feroz y futuro incierto
Los analistas apuntan a que Tesla sufre una pérdida de atractivo frente a los modelos chinos, más adaptados a los gustos locales y dotados de sistemas de asistencia, conectividad y confort de última generación.
Mientras tanto, proyectos de alto coste como el robot humanoide Optimus o el programa RoboTaxi podrían presionar aún más la rentabilidad del grupo en 2026. Algunos expertos advierten que Tesla podría cerrar 2025 con beneficios positivos, pero con un margen operativo más débil que en ejercicios anteriores.
El próximo año será decisivo para Musk: mantener la relevancia en un mercado que Tesla ayudó a crear, pero que hoy dominan los fabricantes chinos.