China se ha convertido en el primer mercado automovilístico del mundo. En un año se venden más coches nuevos que en toda Europa y Estados Unidos…juntos. Se trata de un jugoso pastel del que todas las marcas del mundo quieren sacar tajada, aunque no es fácil. La extrema competitividad y la guerra comercial obliga a los fabricantes extranjeros a buscar fórmulas alternativas con las que introducirse en el país. Mazda ha encontrado una receta de éxito que pronto ampliará su presencia con la llegada de su segundo coche eléctrico, el Mazda EZ-60.
Hay que reconocer que los primeros pasos de los de Hiroshima en materia eléctrica no fueron buenos. El Mazda MX-30 pasó a mejor vida con más pena que gloria, pero ahora nadie puede negar el éxito de Mazda con sus recientes lanzamientos eléctricos. La fórmula seguida es sencilla; asociarse con un gran productor local, aprovechar su tecnología, reducir los tiempos de desarrollo y ponerle una carrocería con el innegable estilo japonés. El resultado salta a la vista. Decenas de miles de chinos se lanzan a los concesionarios par reservar uno.

Las primeras entregas se acercan: el 26 de septiembre
El EZ-60 se presentó hace ya más de cuatro meses. Un mundo tratándose de la inmediatez de China. Sin embargo, la producción no arrancó hasta el pasado día 5 de agosto. Por entonces ya se calculaban unas 38.000 reservas en firme por el EZ-60. Hoy esa cifra ha superado la barrera de las 40.000 peticiones. En las primeras 48 de vida se reservaron 10.060 unidades y en menos de un mes se superó la barrera de las 20.000 solicitudes. Ahora, el primer lote de Mazda EZ-60 está listo para llegar a los concesionarios. Más de 100 puntos de venta iniciarán las entregas el próximo 26 de septiembre. La fábrica trabaja a destajo para cumplir las expectativas.
El EZ-60 es el segundo producto nacido de la colaboración entre Mazda y el fabricante chino Changan. Al igual que el EZ-6, que se vende en España con el nombre de Mazda6e, el SUV se apoya sobre la tecnología de Changan (plataforma, motores, batería y equipamiento), mientras que los japoneses aportan su experiencia en acabados, diseño y filosofía. La mezcla ganadora se combina con dos configuraciones mecánicas. Por un lado se trata de un SUV eléctrico de 600 kilómetros de autonomía (ciclo CTLC). Y por otro de un SUV Eléctrico de Rango Extendido con autonomía eléctrica de 160 kilómetros.

Por el momento se desconocen los precios de venta al público, aunque se esperan cifras realmente atractivas. En torno a los 18.300 y los 36.600 euros en función de la variante mecánica y del acabado seleccionado. Mazda ya ha confirmado que el EZ-60 viajará a Europa a partir del próximo año, aunque nosotros lo conoceremos como Mazda CX-6e. Una fórmula alfanumérica que se ajusta mejor a la gama europea. Su tamaño lo situará como alternativa al Tesla Model Y o al Volkswagen ID.4 con un precio de venta estimado de 48.000 euros para las versiones de acceso.