La industria de las baterías para los coches eléctricos es la clave para que Europa y sus marcas puedan independizarse del dominio chino -con CATL y BYD como mayores fabricantes mundiales- y de la alternativa que promueven GM y Ford en Estados Unidos.
Pero Mercedes y Stellantis -su ex CEO les alerta de una futura amenaza- están a punto de asestar el último golpe, y quizá el definitivo, a esta industria en Europa; ya perjudicada por España. Ambos fabricantes son los socios, junto con la compañía francesa TotalEnergies, de la empresa de fabricación de baterías ACC, que planeó, en 2021, construir hasta tres fábricas de baterías en Francia -en Douvrin, inaugurada en 2023-, Italia y Alemania. Ahora, el futuro de la fábrica de Italia está, cada vez más, en el aire.

Un último golpe para esta industria clave en Europa
Tras la quiebra de Northvolt, la que parecía iba a ser la alternativa de Europa al dominio chino en la industria de las baterías, Europa aún mantenía ciertas esperanzas con ACC, una empresa creada en 2020 por Stellantis y TotalEnergies, a la que en 2021 se sumó Mercedes.
Pero si la fábrica de baterías de ACC en Francia sólo tiene como cliente a Stellantis, las propuestas para Alemania e Italia tienen difícil incluso llegar a levantarse; sobre todo tras el acuerdo entre Stellantis y CATL para crear una fábrica de baterías junto a la planta del fabricante en España, la de Figueruelas; y a la que llegarán hasta 2.000 operarios chinos.
Y la fábrica de Italia es la que más pronto podría eliminarse de los planes de Mercedes y Stellantis.
Así lo revela la información publicada por el diario Milanofinanza que señala, indicando fuentes relacionadas con esta industria clave que la gerencia de ACC ha llegado a la conclusión de que el proyecto “ya no es rentable debido a dificultades técnicas, financieras y estratégicas que están ralentizando el crecimiento”.

Así las cosas, el diario italiano señala que la decisión sobre el abandono de este proyecto es “inminente” y podría anunciarse oficialmente “a finales de este año o en los primeros meses de 2026”.
Sería un último golpe para una industria clave en Europa, que llegaría después de que, según la información del diario italiano señalase que incluso en la fábrica de Douvrin las cosas no van bien: “los costos de producción son entre un 20 y un 25 % más altos que los de sus competidores asiáticos”, explican desde Italia.
Y ahí entraría en juego el acuerdo de Stellantis con CATL para fabricar baterías en España, donde medios especializados como Electrive señalan que Stellantis podría conseguirlas a mejor precio.

