Renault quiere cubrir todas las opciones del futuro. El fabricante francés ha confirmado que el próximo Renault Mégane recurrirá a versiones híbridas o de autonomía extendida a partir de 2028, como parte de una nueva generación de vehículos familiares que combinarán electrificación y eficiencia en un contexto de incertidumbre sobre la adopción total del coche eléctrico.
El anuncio llega en un momento clave para el mercado europeo, donde las ventas de eléctricos puros crecen más lentamente de lo esperado y los costes de desarrollo obligan a los fabricantes a buscar soluciones modulares. “Los coches más grandes son una prioridad”, explicó Francois Provost, nuevo CEO del grupo Renault, durante la presentación del nuevo Renault Twingo eléctrico en París. “Queremos una plataforma que nos permita mantenernos fuertes en el segmento C, el corazón de Europa”.
Una nueva plataforma flexible para la gama media

El plan pasa por crear una base técnica común para modelos de los segmentos C y D, como los futuros Renault Mégane, Renault Espace y Renault Rafale. Este chasis podrá albergar tanto sistemas 100% eléctricos como variantes híbridas y de autonomía extendida, reduciendo los costes de desarrollo hasta un 40%.
El CEO de la marca, Fabrice Cambolive, confirmó que Renault trabaja en una “plataforma dedicada a coches eléctricos de baterías (BEV)”, pero que también estudia integrar extensiones híbridas o de rango extendido (EREV) si la electrificación total avanza más despacio de lo previsto.
Esta estrategia recuerda a la adoptada por Mercedes-Benz con su arquitectura MMA, que combina motores eléctricos y de combustión en una misma base, y permitiría a Renault mantener precios competitivos y adaptarse a las normativas sin renunciar a su apuesta por la movilidad eléctrica.
Tecnología híbrida de autonomía extendida

Renault parece inclinarse por el sistema de autonomía extendida, en el que un pequeño motor de gasolina actúa como generador para recargar la batería que impulsa el motor eléctrico principal. Un concepto similar ya lo emplea Nissan en su Qashqai e-Power (al que denominan híbrido) y ofrece la ventaja de una conducción 100% eléctrica sin ansiedad por falta de autonomía. Bien podríamos denominarlo como un coche eléctrico de autonomía extendida, pues el motor de gasolina no mueve las ruedas de forma directa. El único detalle es que no cuenta con una gran batería, sino que es de 2,1 kWh de capacidad, que podríamos asemejar a la de un híbrido convencional o HEV.
La tecnología podría llegar a través de Horse, la empresa conjunta creada por Renault junto a Geely y Aramco. La firma ha desarrollado un motor compacto de 1,5 litros con generador e inversor integrados, capaz de ofrecer entre 94 y 161 CV y cumplir la exigente norma Euro 7.
“Queremos ofrecer una experiencia de conducción que se sienta eléctrica, incluso con motor térmico”, adelantó Cambolive, subrayando que el Renault Mégane híbrido mantendrá el carácter ágil y eficiente que ha definido a la gama.
El nuevo Mégane, más grande y versátil

El actual Renault Mégane E-Tech eléctrico, lanzado en 2022, ha tenido una acogida discreta debido a su tamaño compacto y su limitada autonomía. El nuevo modelo, previsto para 2028, ganará espacio interior, nuevas proporciones y más opciones mecánicas, lo que debería revitalizar las ventas y ampliar su atractivo comercial.
La plataforma también servirá de base para otros modelos, como el próximo Renault Espace y nuevas propuestas familiares, inspiradas en el prototipo Renault Emblème. Con ello, la marca busca consolidar su presencia en el segmento más competitivo de Europa, manteniendo la flexibilidad tecnológica ante un futuro todavía incierto.