En 2007 fue una de las grandes medidas estrella de la Dirección General de Tráfico. Por primera vez en la historia los conductores españoles iban a estar vigilados desde el aire. Entonces, el Ministerio del Interior desplegó los ya conocidos Pegasus, helicópteros equipados con radares de última generación a la caza y captura de los excesos de velocidad y otras maniobras de peligro en la vía pública. Durante estos 18 años los helicópteros de la DGT han cazado a millones de conductores. Ahora, se quedan en tierra al no poder cumplirse con su mantenimiento.
Desde el pasado 1 de septiembre los 9 helicópteros Pegasus de la DGT están inoperativos debido a que no existe un contrato en vigor que garantice el mantenimiento de los dispositivos tal y como establece el reglamento de seguridad de Aviación Civil. Así lo han asegurado y denunciado diferentes asociaciones sindicales del cuerpo aéreo de la DGT, UGT, CC.OO y CSIF, entre ellas. Ante la falta de mantenimiento y de actualizaciones, la Dirección General de Tráfico no podrá usar sus ojos en el aire para vigilar las carreteras y a los conductores.

Licitación de contrato por un valor de 40 millones de euros
Para que los Pegasus vuelvan a volar es necesario que la DGT, a instancias del Ministerio del Interior, formalice un nuevo contrato de mantenimiento con una empresa terciaria. Desde el Ministerio aseguran que la suspensión de la actividad será “cuestión de días” y aseguran que la vigilancia de las carreteras está asegurada a través del cuerpo de tráfico corriente. Por otro lado, UGT ha denunciado que la casi totalidad de los 38 drones que la Dirección General de Tráfico compró en 2020 tampoco se encuentran operativos, aunque en este caso las causas no han sido del todo esclarecidas.
A pesar de que el Ministerio ha asegurado que el parón será breve, los sindicatos no se muestran muy de acuerdo. Los 9 helicópteros podrían pasar mucho más tiempo en tierra del esperado si no se completan los pasos adecuados. Desde dichas asociaciones de trabajadores se tilda la situación como “para echarse a llorar”. Mientras tanto, trabajadores del Ministerio trabajan a destajo para firmar un nuevo contrato de mantenimiento que permita recuperar la operatividad de los medios aéreos.

De igual manera, los sindicatos se quejan abiertamente que el Ministerio del Interior ha privatizado la seguridad de los helicópteros al poner en manos de empresas privadas el mantenimiento. Han alertado de que la centralización del mantenimiento en un solo contrato, licitado en un valor de 40 millones de euros en un plazo de 4 años, abre la puerta a la “especulación empresarial”. Lo que sí está claro es que los 9 Pegasus de la DGT todavía están en tierra y así estarán durante un tiempo indefinido. El Ministerio espera que sea el menor posible, aunque no da fechas concretas de su vuelta al servicio.