Le ha ocurrido a muchos conductores, ya estén al volante de un coche eléctrico o, especialmente, si circulan detrás de uno. La tecnología del One Pedal -o lo que es lo mismo, que el coche frene automáticamente al levantar el pie del acelerador de forma que se pueda ir conduciendo presionando sólo este pedal- trae consigo problemas de seguridad.
Concretamente, estos problemas vienen de la mano de que los distintos fabricantes que cuenta con esta tecnología -que popularizó Nissan gracias a los primeros Leaf en 2017 y, más tarde, Tesla y otros fabricantes como Renault o Hyundai- no han homogeneizado ni su potencia ni la respuesta de los distintos coches eléctricos cuando esta tecnología entra en funcionamiento.

Y los problemas de seguridad llegan cuando esta frenada es tan potente que sorprende al conductor… y al coche que lleva detrás, que ve como el coche eléctrico que circula delante suyo reduce su velocidad súbitamente y, en muchas ocasiones, sin que el vehículo encienda las luces de frenado; lo que puede dar lugar a que se produzcan coches por alcance.
China, por delante de Europa: regulará esta tecnología
Así, la mucha mayor presencia de coches eléctricos en China respecto a Europa ha puesto los ojos de las autoridades de este país sobre este problema. Y han respondido con rapidez, creando la norma GB 21670-2025, que ha sido aprobada por la Administración Estatal de Regulación del Mercado y Normalización de China.
En concreto, esta nueva normativa, que entrará en vigor el 1 de enero para los vehículos de nueva homologación y a partir del 1 de enero de 2027 para los ya homologados, pone a China por delante de Europa en cuanto que legisla la tecnología del One Pedal en dos cuestiones muy específicas:
De entrada, esta norma obliga a los fabricantes que vendan sus coches eléctricos en china -aunque sean extranjeros- a que la tecnología del One Pedal no se active automáticamente al arrancar el vehículo, sino que siempre tenga que ser activada manualmente por el conductor. Así, China quiere evitar que los conductores del vehículo, ya sea los habituales o los ocasionales, se olviden de esta función y se vean sorprendidos cuando entre en funcionamiento.

Por otro lado, esta norma hace obligatorio asimismo que se enciendan automáticamente las luces de freno cuando la deceleración supere los 1,3 metros por segundo. Además, y para alertar a los conductores que circulen detrás del vehículo que esté operando con esta tecnología, las luces deberán permanecer encendidas hasta que la deceleración finalice.
Por último, esta norma también equilibra algo en lo que Europa sí estaba, de largo, por delante de China. Ahora, y a partir de 2026, todos los coches vendidos en el país asiático deberán contar con ABS de serie; una medida que lleva años siendo obligatoria en Europa pero que en China, algunos fabricantes de vehículos, sobre todo aquellos más baratos, seguían ofreciendo este dispositivo de forma opcional.